¿Cómo es la compra de oro?
La compra del oro es muy sencilla. El cliente trae las alhajas, se pesan delante de él y se tasan en base a la cotización del día.
En el caso de que el cliente acepte la tasación, se procede con la prueba del material. Este es un punto donde se genera mucha confusión y, por ello, vamos a aclarar algunas dudas. Primero de todo, la prueba del material se hace sí o sí una vez que el cliente acepta de vender el oro. Esto se hace porque hay que limar la pieza para aplicarle un líquido reactivo y, por lo tanto, si esto se hace de comercio en comercio, el artículo va perdiendo peso. ¿Por qué se lima? Porque se puede tratar de una pieza bañada en oro. Entonces, es necesario aplicar el reactivo en el interior del material para determinar si es realmente oro.
¿Qué puede pasar a la hora de probar el material?
- Si el reactivo no reacciona, y actúa como si le aplicáramos una gota de agua, significa que la pieza es de oro 18 kilates.
- Si al aplicar el reactivo, el material reacciona y se pone negro, es porque es de oro bajo, lo que suele llamarse oro 14 kilates. Tiene valor, pero menor al oro 18 kilates. Desde Fasano Joyeros, cuando esto ocurre mostramos que el reactivo que usamos es el correcto, probando sobre oro 18 kilates para que el cliente pueda corroborar que usamos el líquido sin adulterar.
- Si reacciona poniéndose verde e hirviendo es que es enchapado u otro material (no tiene valor).
¿Cómo es el pago?
El pago se realiza en el momento después de que se finaliza con la prueba del material. Se puede realizar en pesos o en dólares con la cotización del momento, es a elección del cliente.
Para finalizar:
Desde Fasano Joyeros no hacemos tasaciones por teléfono ni por redes sociales. Es una política que tuvimos que adoptar desde el momento en que otras casas empezaron a pasar precios inexistentes, con publicidad engañosa. Nuestras tasaciones son presenciales, mediante cita previa o no. La atención es sumamente personalizada, y damos todas las recomendaciones necesarias para que las personas no sean engañadas.
Nos avalan casi 100 años en el rubro y el uso de nuestro apellido como símbolo de confianza.