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¿CÓMO CUIDAR TUS JOYAS?

Todas las alhajas tienden a perder el brillo. Es un proceso común que sufren los materiales nobles, ya sean de oro, de plata, de acero bañado e incluso de fantasía. Algunos materiales lo padecen más que otros, como por ejemplo, la plata, que tiene menor tendencia a rayarse como a perder el brillo. En cambio, el oro es un metal que posee mayor consistencia y esto favorece a mantener tanto su estado como su color.

La plata de forma natural tiende a oscurecerce (esto está explicado en Preguntas Frecuentes), y el acero bañado a perder su color. Es esto que les traemos este artículo para ayudarlos con el cuidado y la limpieza casera de sus joyas - sin el uso de vinagre o kit o set de limpieza - para que así puedan disfrutarlas en todo su esplendor

EL ORO Y LA PLATA

El oro es un material muy resistente que no suele perder el brillo rapidamente y tolera bastante bien los químicos de los perfumes, como asi también los que se encuentra en el agua, ya sea de la ducha como de piletas. Aclaramos que esto se aplica respecto del oro título 18 kilates, ya que en títulos más bajos (como 14 kilates) al llevar más plata o cobre en su composición, esto va a hacer que tome las cualidades de los otros materiales y así su brillo dure menos y se opaque más rapido.

¿Cómo se limpian las joyas? En el caso del oro, recomendamos limpiarlo con detergente diluido en agua o con bicarbonato de sodio. Se puede usar un cepillo chico y en el caso de las cadenas, se pueden enjabonar las manos con detergente para refrefar la pieza haciendo los elabones se froten entre sí.

Con la plata recomendamos el mismo método. Nosotros mismos utilizamos la técnica del bicarbonato de sodio. A diferencia del oro, la plata requiere que se deba limpiar más seguido, pero una vez que aprendan el proceso, les queda la mercadería como nueva. Recomendamos tratar de exponerla lo menos posible a productos que posean químicos, como las cremas y los perfumes. 

ACERO CON BAÑOS Y BIJOU

Todos sabemos que la ventaja de las piezas de acero está dada por su relación calidad/precio, son hipoalergénicos, muy resistentes y duraderos. Tienen la apariencia de alhajas de plata y de oro, con un brillo que se mantiene en el tiempo, y no se oscurecen con el tiempo, como ocurre con la plata. Suelen presentarse en acero quirúrgico, blanco, dorado y rosé. 

Estos accesorios llevan un baño que es proclive a gastarse con el tiempo. La duración del baño es muy relativa, es imposible determinar un tiempo exacto, dado que esto depende en gran medida del uso que le den a sus accesorios y de los cuidados que se utilicen.

Desde nuestra experiencia, hemos tenido clientes que luego de dos años de adquirirlas siguen con la pieza intacta. Otras personas no toleran el material, lo cual va a estar determinado por reacciones propias de la piel con el baño en cuestión, al igual que ocurre con la plata o con el oro (en menor medida). Esto no quiere decir que el material sea malo, sino que se trata de cuestiones individuales.

Cuidar piezas de acero bañado es importante para mantener su apariencia y durabilidad. Aquí les dejamos algunos tips para el cuidado adecuado de piezas de acero bañado:

  • Limpiar regularmente: limpie las piezas de acero bañado regularmente con un paño suave y húmedo para eliminar el polvo, la suciedad y las huellas dactilares. Evite el uso de limpiadores abrasivos o productos químicos fuertes, ya que pueden dañar el recubrimiento del acero bañado.
  • Secar completamente: después de limpiar las piezas de acero bañado, asegúrese de secarlas completamente con un paño suave y limpio para evitar la acumulación de humedad que puede causar manchas o corrosión en el acero bañado.
  • Evitar el contacto con sustancias corrosivas: evite el contacto de las piezas de acero bañado con sustancias corrosivas como ácidos, productos químicos fuertes o salinas, ya que pueden dañar el recubrimiento de acero bañado y provocar la corrosión.
  • No rayar la superficie: evite el uso de herramientas o utensilios afilados que puedan rayar la superficie del acero bañado, ya que los arañazos pueden dañar el recubrimiento y permitir la exposición del acero subyacente.
  • Almacenamiento adecuado: almacene las piezas de acero bañado en un lugar seco y libre de humedad para evitar la acumulación de humedad y prevenir la corrosión. Evite el contacto con otros metales que puedan causar corrosión galvánica.
  • Mantenimiento periódico: realice un mantenimiento periódico de las piezas de acero bañado, como pulido y aplicación de productos de protección según las instrucciones del fabricante, para mantener su apariencia y protección a lo largo del tiempo.
  • Inspección regular: realice inspecciones regulares de las piezas de acero bañado para identificar cualquier daño o corrosión potencial y tomar medidas correctivas de inmediato.

Siguiendo estos consejos, puede mantener sus piezas de acero bañado en buen estado, protegiendo su apariencia y prolongando su vida útil.